Barrer hojas en otoño no se le niega a nadie y menos a nuestras escobas! son tan cancheras!
Hamaca paraguaya, libro, limonada y tiramos todo el verano.
Inspirada en un arbol de los deseos, armamos esta vidriera. los protagonistas: los ciervos.
Cuando era chiquita los cumpleanos se decoraban con guirnaldas de papel creppe. Cambiamos el papel por cinta de gross, nos enamoramos de nuestra vidriera, tanto que nos costo sacarla!
Jugar y viajar son sinonimos de vacaciones. Por eso armamos un scrabel gigante y los llenamos de Mundos.
El amarillo es el color del otoño. Asi fue que mudamos el mueble antiguo a la vidriera y le pusimos todo lo amarillo que teniamos!
Colores, a partir de 3 colores, fuimos presentando diferentes productos a lo largo del mes.
Te dicen verano, y se tiene viene a la cabeza, pileta, playa, descanso, bicicleta, relax y eso hicimos!
Otra vez ¿qué ponemos? Después de pasar por miles de ideas, recordé un viaje a Berlín donde vi una guirnalda con toda la ropa de Santa. De repente, esa imagen se me vino a la cabeza y dije: "¡Es eso! Quiero que la gente se haga la ilusión que Santa se está preparando en Be-lieve".
Todo el año yendo de remate en remate dio sus frutos… Teníamos un montón de cosas: máquinas de coser, vajilla, cajones tampográficos, discos y ahí todo junto quedó una vidriera divina, que se fueron llevando todo de a poco.
Otro sinónimo de Primavera, son flores y mariposas. Nuestra mesa de trabajo, lleno de esos inundo la calle Paraguay de color…
¡Que ponemos mucho, que ponemos poco! Que si hacemos un plotter, que si va torta… Lo único que pensábamos es que queríamos todos nuestros productos que más nos habían representado en la vidriera pero ¿como hacíamos? Josefina Jolly, nos encanta su libro de recetas dibujadas y la invitamos a que nos dibuje toda la vidriera!
No hay otra canción que se venga a tu mente cuando ves todos los modelos de Don Mundo en la vidriera. Te invita a imaginarte un viaje diferente cada vez que pasás frente a uno de ellos.
La pensamos como una gran mesa. Esa mesa que cuando la mirás te gusta todo. Sólo faltaban las sillas para sentarse y disfrutarla aun más… Inspirida en un boho otoñal.
Siempre vimos almohadones apilados pero colgados? ¿Por qué no?
Nos parecía que los conejos verdes, como el local debían ser protagonistas… y lo fueron!
Verano era sinónimo de playa y descanso, por eso se nos ocurrió colgar unas lonas y ¿quien no querría hacer castillitos de arena?
En noviembre no sentamos con Laureano, que roja, que dorada, que tradicional. que no tradicional. Que se note pero no mucho, sin producto, con producto. Así son todas nuestras reuniones cuando nos sentamos a pensar la próxima vidirera. Estando de viaje vi todo eso en papel y dije: "¡Esto es lo que queremos!"
Estamos invitados a tomar el té. Y nos jugamos a colgar platos y tazas de modelos de las abuelas, tías, abuelas y demás. Confirmamos que lo moderno gusta pero todos quieren algo antiguo en su casa.
Primavera sinónimo de pájaros… Nos encantó colgar diferentes jaulas con muchos pájaros, palomas, colores por todo el local.
Con Laureano y Fernando, queríamos una vidriera que dejara ver el local. Tenía que ser especial porque era la primera pero no queríamos tapar nada. De ahí surgió la idea de Laureano de replicar el entelado del local en papel-